Trujillo está volcado con su berrocal y no quiere parar hasta que sea puesto en valor y obtenga la figura de protección denominada corredor ecocultural. Ahora, el ayuntamiento lleva a cabo la redacción del proyecto para obtener la declaración, a través del ingeniero técnico forestal Ismael Fuentes, que lo presentará al Consejo de Conservación de la Naturaleza para que un comité valore el expediente. Desde el consistorio se tiene la esperanza de que antes de que finalice 2018 haya una resolución «en positivo».

Aunque ya se iniciaron los trámites en el año 2015, no ha sido hasta hace poco cuando se ha retomado. Según Ley de Conservación de la Naturaleza y Espacios Naturales de Extremadura, las cañadas y otras vías pecuarias, atendiendo, entre otros criterios, a su ubicación, grado de conservación, utilización originaria y usos alternativos, podrán tener la consideración de corredores ecoculturales. Según Ismael Fuentes, el 80% de la superficie del berrocal trujillano es de propiedad privada, por lo que solo se puede actuar en el 30% restante, que cuenta con 250 callejas y caminos públicos ya censados.

El informe que el técnico está elaborando, recoge además el estado de conservación en el que se encuentra el berrocal, así como un censo de la fauna y la flora, y la arquitectura vernácula asociada, «que ayuda a entender el origen y la historia de Trujillo», indica. Esta zona, llena de grandes formaciones rocosas, está salpicada por zahurdas, chozos, puentes, tumbas antropomorfas, cuevas, pinturas rupestres y tejares, además de discurrir por su extensión dos vías pecuarias, como son la Ruta de la Plata y la Occidental-Leonesa. Igualmente, considera que la declaración va a servir para reforzar el plan de urbanismo municipal de Trujillo, «y para contar con una figura de protección que sirva para ponerlo en valor frente a proyectos que pueda suponer un deterioro del mismo», señala Fuentes, recordando que hace tiempo hubo intención de construir un campo de golf «que hubiese supuesto una amenaza», resalta.

BENEFICIOS/ Por otro lado, de ser considerado corredor ecocultural, el berrocal podría obtener importantes beneficios económicos en torno al turismo de naturaleza «ya que cuanta con una rica fauna y flora, así como caminos idóneos para hacer rutas senderistas o ciclistas». De obtener dicha figura de protección, este sería el segundo corredor ecocultural de Extremadura, ya que el primero es el camino de Trevejo al Pico del Jalama.

Por otra parte, el concejal de Medio Ambiente, David Pablos, explica que desde hace algunas semanas se están llevado a cabo reuniones con distintos agente vinculados al sector turístico y de naturaleza, para informarles de los beneficios de la mencionada declaración, y buscar su implicación en el proceso.