La declaración del berrocal trujillano como corredor ecocultural está cada vez más cerca, ya que el proyecto realizado desde el Ayuntamiento de Trujillo, principalmente a través del ingeniero técnico forestal Ismael Fuentes, ya se ha dado por finalizado. El siguiente paso para obtener estar figura de protección es la valoración por parte de la Junta.

Aunque antes, ha sido presentado a sectores del mundo de la conservación y puesta en valor del medio natural, como guías, propietarios de casas rurales, y personal técnico de distinta índole. Ha sido una reunión en la que los presentes han podido hacer una valoración o aportación al estudio de las más de 250 callejas y caminos públicos recogidos en el trabajo. Ahora, será el comité del Consejo de Conservación de la Naturaleza el que deberá valorar el expediente para proteger el batolito granítico, mientras desde el consistorio se tiene la esperanza de que antes de que finalice 2018 haya una resolución «en positivo».

De ser considerado corredor ecocultural, el segundo de Extremadura, el berrocal podría obtener importantes beneficios económicos en torno al turismo de naturaleza «ya que cuanta con una rica fauna y flora, así como caminos idóneos para hacer rutas senderistas o ciclistas», según indicó su redactor.