Valencia de Alcántara vive sumergida en la Edad Media gracias a la celebración de las cuartas jornadas medievales de la boda regia que se prolongarán hasta el próximo domingo.

Los visitantes no sólo podrán asistir a la escenificación de una obra basada en sucesos reales acontecidos hace 509 años en la que actúan más de 60 vecinos del municipio, sino a un sinfín de actividades paralelas que han sido programadas por la organización. El mercado medieval, que abrió sus puertas en la tarde de ayer, invitará al viajero a descubrir las tabernas de la época y los personajes que las frecuentaban, pero también los monjes, damas, duendes, bufones y zancudos que patearán cada rincón del castillo fortaleza.

La Boda Regia supuso el reconocimiento de Valencia de Alcántara como plaza de renombre en la frontera con Portugal y como sede del regio enlace, en torno al cual se han programado actividades de promoción turística, exposiciones temáticas, animaciones infantiles o visitas guiadas. Quienes disfruten con estos acontecimientos no deberían perderse la exposición sobre la expulsión de los judíos que albergará la sinagoga, el recorrido por la historia que se hará en el centro de interpretación o la visita guiada al templo de Rocamador.

El ayuntamiento se ha propuesto impulsar las actuaciones teatrales y musicales, por lo que además de la representación de la Boda Regia también se escenificarán el guión de Carlos Bermejo Rumores de Boda , la obra El Lazarillo de Tormes por el grupo extremeño Zircus Teatro, y la obra El Entremés y Cervantes , del grupo de teatro local Trasantié. Como aderezo musical, las jornadas medievales acogerán las actuaciones de grupos locales y de folk como Find Emma y Comodines Folk o el espectáculo del grupo gallego Alann Bique en la clausura de las actividades.