Pueblo con importantes restos arqueológicos, en su término se descubrió una ciudad del siglo VI antes de Cristo que se llamó Tanusia o Danusia, de Tamuja, en honor al río en el que está situada. Además, su cerco ha dejado una moneda romana.

Ya dentro de su casco urbano, resulta necesario referirse a su arquitectura popular, humilde pero de gran atractivo, con viviendas de uno o dos pisos, generalmente construidas a base de mampostería vista o, en algunas ocasiones, encaladas, destacando en la calle de la Iglesia la parroquia de Santa María Magdalena.

En su término municipal se encuentra un castro o poblado fortificado de la segunda Edad del Hierro conocido como Villasviejas del Tamuja, ubicado en la dehesa del municipio, y en el que se han encontrado cinco berracos de granito, además de varias monedas acuñadas en el lugar. Este yacimiento ha pasado ya por varias excavaciones.

En este recinto se ha querido localizar la ceca prerromana de Tanusia, que consta de un doble recinto, con murallas de granito y pizarra, precedidas en algunos tramos por medio de fosos. Hasta la fecha se han excavado dos grupos de viviendas en la zona más septentrional. Entre los restos exhumados han aparecido piezas de cerámicas estampilladas y pintadas, un berraco y restos de otros dos, y diversos objetos metálicos y líticos.

En las inmediaciones se encuentran también dos necrópolis de cremación. La cronología va del siglo IV al I a.C.

PATRIMONIO Además, cabe destacar la iglesia de Santa María Magdalena, de sencilla estructura. Es obra de mampostería reforzada, construida en su mayor parte en el siglo XVII, aunque la presencia de alfiz en alguna de sus puertas indica la existencia de un templo anterior. Constituye un rectángulo dividido hacia el interior en cuatro tramos. El de la cabecera va cubierto con cúpula sobre pechinas, y los restantes forman la única nave, mediante bóveda de medio cañón con lunetos. En el exterior sobresalen los volúmenes de la torre adosada a los pies y del cuadrangular que envuelve la cúpula, mientras que en el lado meridional de la cabecera se adosa una gran sacristía. Su portada más notable, con arco de medio punto encuadrado en alfiz, se abre en el lado norte.

Subrayar asimismo que, tomando como base el baptisterio, se eleva la torre, de planta cuadrada y dos cuerpos, coronada por medio de un capitel.

El edificio conserva en su interior retablos, tallas y óleos barrocos de variado interés, sobresaliendo un retablo repintado del siglo XVI, en el que aún se conservan pinturas sobre lienzo.