Tras 37 años como párroco, Angel Rodrigo López, de 63 años, fue enterrado el martes tras fallecer después de una enfermedad incurable. La misa fue oficiada por el obispo de Portalegre y concelebrada con 34 sacerdotes, además de contar con la presencia del vicario general de la diócesis de Coria-Cáceres y de numerosos vecinos, que abarrotaron la iglesia del Pino para dar su último adiós a un hombre muy querido y admirado en la campiña.