Desde la víspera de la festividad de San Sebastián, un tamborilero recorre el pueblo recordando el inicio de la fiesta, al día siguiente se repite la escena con la tradicional alborá que tiene como misión despertar a Las Carantoñas, personajes de origen ancestral que cubren sus cuerpos con máscaras y pieles y que estarán acompañadas por las regaoras, mozas del pueblo vestidas con trajes regionales, y el mayordomo. Después de la misa, San Sebastián saldrá en procesión entre el estruendo de las escopetas, las regaoras que acompañan al santo, el sonido del tamborilero y las carantoñas. Es al final de este acto cuando carantoñas y regaoras bailan en la plaza junto a las carantoñitas y cuando aparece la Vaca Tora a realizar sus embestidas. Las fiestas de Las Carantoñas terminan al día siguiente cuando se celebra San Sebastián Chico. Esta fiesta está declara de Interés Turístico Regional por la Junta.