Cáritas Moraleja ha conseguido recaudar aproximadamente 700 kilogramos de alimentos no perecederos que mañana entregará a los ancianos de la Casa de la Misericordia de la localidad cacereña de Alcuéscar, titularidad de los Esclavos de María y de los Pobres.

Los resultados han sido posibles gracias a la colaboración de los vecinos de Moraleja en la denominada Operación Kilo que Cáritas ponía en marcha el pasado mes de diciembre. A través de pequeños anuncios instalados en los distintos establecimientos comerciales del municipio y en las dos parroquias, Cáritas animó a la población a participar en esta iniciativa solidaria, que el año pasado también recaudó unos 700 kilos de productos que recibieron los ancianos de la Casa de la Misericordia Padre Leocadio de Pinofranqueado, en la comarca de Las Hurdes. Las voluntarias de Cáritas Moraleja han mostrado su satisfacción por los resultados obtenidos en esta actividad altruista, tal y como manifestó Magdalena Lucero, una de las mujeres que colaboran con esta organización. "Es una experiencia muy positiva y Moraleja ha vuelto a demostrar que es una población solidaria", añadió ayer Lucero.

Durante los últimos días, las voluntarias de Cáritas han clasificado los productos en el salón parroquial y han hecho varios paquetes de gran tamaño con los alimentos que ellas mismas mañana entregarán a los jubilados de Alcuéscar. Entre los donativos, no faltan productos básicos como aceite, harina o azúcar. En la mercancía, también hay pañales especiales para personas ancianas.