Reciclar y reutilizar todos aquellos materiales que en un principio tenían como destino la papelera es algo ya muy asimilado por los vecinos de Casar de Cáceres. La mayoría de los casareños han dado muestras de estar sensibilizados con esta práctica y prueba de ello son los talleres de reciclado que cada año organiza el Centro Infantil Zarapico junto con la Escuela de Consumo.

Cualquier celebración es motivo suficiente para reciclar y los carnavales son también una ocasión para ello. Por eso, tanto el centro como la escuela han organizado conjuntamente por tercer año consecutivo el taller de confección de disfraces con materiales de desecho.

A prueba

Precisamente será hoy cuando los 70 niños del colegio vestirán los trajes más originales que han elaborado unos 40 padres y algún que otro abuelo y tío animado en este arte. En el 2004 los pequeños se disfrazaron de magos, en el 2005 de pintores y para este año el disfraz elegido ha sido el de payaso, todo un personaje entrañable entre los más pequeños de la casa.

Bolsas de basura, cartones y papeles de distintos colores han sido en esta ocasión los materiales utilizados por los padres para elaborar los trajes de sus hijos. Entre todo ello, la actividad requiere un alto grado de imaginación. "Es una oportunidad para que los padres también fomentan su capacidad imaginativa y creativa", comentó Carlos Carretero, técnico de la escuela de consumo que destacó el gran trabajo realizado por las educadoras del centro infantil a la hora de motivar y facilitar, tanto a los mayores como a los niños, su participación en la actividad.

Fomentar valores

Carretero manifestó que este tipo de talleres "es uno de los más demandados", puesto que además de ser creativo, también tiene su lado pedagógico: fomenta valores como el cuidado del medio ambiente.

La directora del centro infantil, Artemia Rey, mostró su satisfacción por la gran implicación de los familiares en esta actividad. "Nosotros creemos que es fundamental que nuestro trabajo esté coordinado con las familias", afirmó

Hoy los más pequeños, que apenas superan los 3 años, se convertirán durante unas horas en uno de los personajes más admirados por los niños, los payasos. Todos lucirán los trajes que han sido elaborados con materiales de desecho, pero de una gran utilidad.