La alcaldesa de Garrovillas de Alconétar, Elisabeth Martín, se reunió ayer con la consejera de Movilidad, Transporte y Vivienda, Leire Iglesias, que se trasladó hasta el municipio cacereño, para tratar la inminente obra de intervención de la carretera EX-373 justo desde el término municipal garrovillano hasta su salida a la autovía A-66, lo que son 4,5 kilómetros de distancia en total. Tras el encuentro, la alcaldesa manifestó que es una obra «que se venía reclamando durante años, pero que ahora es cuando se está llevando a cabo como una muestra más del compromiso del equipo de gobierno». Por su parte, la consejera comentó que este proyecto, es una petición que fue realizada por el gobierno local hace aproximadamente un año, «que estaba bien fundamentada, justificada y que era absolutamente necesaria».

Además, Leire Iglesias recalcó que no solo se trata de la conexión de Garrovillas sino que además es la conexión de gran parte de la comarca Tajo Salor con la A-66. Por ello, señaló que desde su consejería se ha querido apostar por favorecer la movilidad y conectar a los ciudadanos para dinamizar y unir el territorio de Extremadura. Respecto a las características del proyecto, se contempla que la vía pasará de cinco a seis metros de anchura, más la creación de arcenes de un metro a ambos lados. Además, se eliminarán los puntos que existen de poca visibilidad por motivos de cambios rasantes o pendientes. La inversión será de 3.679,031 euros y la obra está en proceso de licitación.