Parte de las 12 familias afectadas por la explosión que se produjo minutos antes de las siete menos cuarto de la tarde del pasado martes en una vivienda de la segunda planta del bloque D, ubicada en el número 16 de la calle San Antonio, de Cabezuela del Valle, podrían tardar varios meses en volver a sus casas, debido a los importantes daños que sufre el inmueble.

No obstante la frase más repetida en la mañana de ayer por los vecinos de la citada localidad era: "Después de todo ha habido suerte", en referencia a que solamente tres personas resultaron heridas tras la deflagración, tal y como adelantó este diario en su edición de ayer.

En el comedor de la vivienda contigua en la que presuntamente se produjo la explosión se encontraban Eva Maria Cancho Sánchez, el esposo de esta última, José Ramos Villarino, y el hijo de ambos, de cinco años. "Pensábamos que no salíamos. Se nos vino encima todo el tabique y nos empotró en el armario que teníamos delante. Al niño le ha salvado el butacón y a nosotros el sofá", señaló convencido Ramos Villarino.

El resultado final fue de doce viviendas, una planta comercial y un garaje dañados, y el matrimonio Ramos Cancho y su hijo de cinco años, heridos leves.

No obstante, la opinión generalizada del vecindario es que los heridos podrían ser muchos más, si no hubiera sido porque unos estaban de matanza, "otro matrimonio retrasó la hora habitual de llegada a su casa, porque la niña se quedó dormida en casa de la abuela", y el número de peatones, pese a ser una calle muy transitada, era mínimo.

Precisamente el encargado del bar de la tercera edad, que está en la otra acera de donde se encuentran las viviendas siniestradas, Antonio Sánchez, describió la deflagración, "como si hubiera estallado una bomba", que se pudo oir en todo el casco urbano. "Yo vivo en la parte más alta y allí se estremecieron los cristales", dijo Maricarmen Blanco.

DAÑOS MATERIALES Los daños ocasionados son elevados, aunque todavía no se han facilitado datos oficiales sobre su importe, debido a que ayer continuaron los trabajos de investigación, desescombro y evaluación. Tampoco se conocen las causas que provocaron el siniestro, aunque la versión más generalizada es que pudo deberse a un escape de gas.

El jefe de prevención de incendios del Sepei, Domingo Ramos, y el arquitecto de la Mancomunidad Integral del Valle del Jerte, Julián Burgos, coincidieron a la hora de señalar que el bloque de viviendas más afectado es el D, que es donde tuvo lugar la explosión. En cambio las seis familias del bloque C, podrán volver en los próximos días a sus casas.

Por su parte Burgos dijo a los afectados que ya había entrado en contacto con los técnicos de la Junta para que faciliten la intervención de un laboratorio que realice las catas correspondientes a forjados y estructuras, con el fin de determinar si estas últimas han sufrido daños irreversibles, o no. No obstante el arquitecto de la mancomunidad indicó que las obras de rehabilitación se van a alargar bastante.

Por su parte la corporación municipal se reunió con los afectados para mostrarles su apoyo, así como facilitarles "todo lo que necesiten", señaló el alcalde, Antonio Domínguez.