Unos sesenta quesos en las categorías de Cabra y Oveja, en Pasta Dura y Blanda, participan hoy en la cata-concurso de la Feria Nacional del Queso de Trujillo. Este año, se celebra a partir de las once de la mañana en el Conventual de San Francisco. Los premiados se darán a conocer sobre las 14.30 horas, en el estand de Caja Duero. Recibirán de manos de distintos representantes de la Institución Ferial y de la entidad bancaria patrocinadora un diploma acreditativo de este reconocimiento.

Según el director de este certamen quesero, Gabriel Fernández, el conseguir un premio de la muestra trujillana "da un gran prestigio". Por este motivo, "tiene un gran interés y se presentan productos de calidad".

Para llevar a cabo esta cata-concurso, los miembros del jurado, en primer lugar, observan la presentación de cómo esta elaborado ese queso y si se ajusta a una de las cuatro categorías del concurso (pasta dura y blanda en cabra y en oveja). Además, se estudia el olor, el color y la textura del producto. Pero dos características determinantes en la cata-concurso son "la palatabilidad" del producto, es decir, "las primeras sensaciones que quedan al probar el queso" y "el restrogusto" o "lo que queda en la boca después de probarlo", según explicó Fernández.

RIGUROSIDAD El director de la cata también indicó que los miembros del jurado no conocen a qué empresa o persona pertenece ese queso que concursa. "Cuando sale a la cata, tiene un número", afirmó. En este sentido, aseguró que se hace "de la forma más limpia y clara posible, puesto que se trata de un premio de prestigio".

Sobre la calidad de los quesos que se presentan en este certamen, especificó que "los productos alimenticios extremeños ya no tienen nada que demostrar en cuanto a la calidad y lo único que hay que hacer es seguir trabajando en este camino". Por tanto, sobre los quesos, indicó que "la calidad es muy buena, "sabemos que nos encontramos con productos excelentes".

Fernández también explicó que los miembros del jurado tan sólo "prueban un trocito de queso". En este sentido, reseñó que "de lo que se trata es de saborear lo que se tiene en la boca. Sería imposible hacerlo si se comen todos los trozos de queso". Además, afirmó, que los miembros del jurado, para poder paladear mejor esas características de cada queso, se aclaran la boca "con una manzana o un vaso de agua", para que todas catas, se hagan con la misma rigurosidad y no se mezclen los sabores.

Gabriel Fernández invitó a todas las personas que quieran a que se pasen por las instalaciones trujillanas del Conventual de San Francisco para ver cómo se realiza esa cata.

Este año, la organización de la muestra quesera ha decidido no entregar el premio al estand mejor adornado.