Fiel a su cita, el belén artesanal de Juan Gabriel Blázquez ya está montado en el palacio de la Conquista de Trujillo, en plena plaza Mayor. Este joven trujillano revive cada año su pasión por los belenes, «sin ningún interés lucrativo, solo por hobby y para que la gente disfrute viéndolo», asegura. En esta ocasión, ha tardado unos quince días «mañana y tarde» en colocar las cerca de 1.600 piezas que componen esta recreación navideña, ayudado por su padre y algún amigo. Y lo hace en unos 40 metros cuadrados, en el espacio que le cede el ayuntamiento. Son unas 50 piezas más que el año pasado «ya que siempre me gusta ir añadiendo nuevos detalles», explica.

Algunos de ellos son unas barricas para guardar el vino en la bodega; unos andamios donde unos obreros se suben a esculpir una esfinge en el desierto; o la niebla matinal en la cascada de agua «que he conseguido con un mecanismo de ultrasonido». Todo ello se realza con los efectos de luz y sonido realistas. Aunque hace solo unos días que lo ha abierto, ya ha tenido numerosas visitas. Pero será en el próximo puente cuando más turistas pasarán por allí, «ya que el año pasado, solo el ‘día de la Pura’ pasaron mil personas», relata. Y aunque Blázquez solo monta el belén «por gusto», es bastante costoso económicamente, por eso va sufragando los gastos con la ayuda de los donativos de los visitantes. El horario de visita es de mañana y tarde, y los fines de semana es ininterrumpido.