Antes de iniciarse las obras para construir la vía rápida que permitirá el acceso a la A-66, los conductores de servicios públicos seguían circulando por las curvas del tajo para ir a Cáceres ante el mal estado de la EX-371. Iñigo Domingo, conductor de ambulancia en Coria, confesó que no usaba la autovía por no ir por la EX-371. "La carretera es muy mala y es imposible llevar un enfermo en camilla", afirmó. Juan Ramón Valiente, taxista de Coria, confesó que no le importa seguir utilizando las curvas del tajo si al final es para tener una vía mejor.