El asesinato del vigilante de seguridad Francisco Fusté Rubio en el atraco a un furgón blindado que tuvo lugar en el centro comercial Parc Vall¨s de Tarrasa (Barcelona) el pasado lunes, ha causado una honda consternación en Ceclavín, localidad cacereña donde había nacido el fallecido y en la que aún reside una tía suya.

Fusté, de 51 años, estaba casado y era padre de dos hijos. El fallecido solía acudir en verano a Ceclavín, especialmente para visitar a su tío Inocencio, hasta que éste falleció. También se desplazaba a Coria, donde residía una hermana de su madre.

Francisco Fusté era hijo de Mariano y Nicolasa, ambos naturales de Ceclavín. El matrimonio tuvo otros dos hijos, Domingo y Mariana. Después de unos años en la localidad, donde Domingo se ganaba la vida como jornalero, la familia se desplazó primero a Coria y después a Barcelona, donde los hermanos han pasado prácticamente toda su vida.

"Era muy buena gente, muy calladito y muy prudente", explicaba ayer su tía, visiblemente afectada tras conocer la noticia. Francisco Fusté trabajaba en la empresa Prosegur desde el mes de julio pasado, según indicaron fuentes del departamento de la empresa en L´Hospitalet de Llobregat. El funeral se celebrará hoy en el cementerio de Collserola, a partir de las 11 de la mañana.

La policía trabaja con la hipótesis de que los autores del asesinato de los dos guardias jurados en Tarrasa durante el asalto a un furgón blindado (Barcelona) pertenecen a una banda organizada de delincuentes comunes, posiblemente de origen extranjero. Además de Francisco Fusté, también resultó muerto otro guardia de 40 años. Ambos murieron acribillados a balazos durante el asalto al furgón, cometido por tres delincuentes, que se hicieron con los 214.000 euros de la recaudación de las multisalas de cine AMC.