El pleno celebrado en el Ayuntamiento de Trujillo aprobó por mayoría las cuentas generales de 2017, con el voto en contra de los partidos en la oposición. Se trata de una tasa de endeudamiento de las arcas municipales «muy baja con respecto a otras ciudades» a criterio del alcalde Alberto Casero, «y sobre todo la referida a la deuda con bancos», puntualizó.

En la actualidad, el ayuntamiento tiene un crédito amortizado «en gran parte del plan de pago a proveedores», de casi 1,6 millones, al que se acogió en 2012, y del que queda «algo por pagar». Igualmente, queda parte de «los algo más de 100 millones de pesetas de otro préstamo comprometido por grupos anteriores» al actual, así como la hipoteca de la vivienda de la iglesia de la Preciosa Sangre, donde se construyó el museo de los Descubridores, y un crédito para la instalación de las farolas de San Lázaro, explicó Casero.

Por otro lado, y en relación a la deuda a corto plazo, queda por pagar 1,7 millones de euros, de los que 400.000 euros corresponden a la empresa FCC, 380.000 euros a la empresa concesionaria del servicio limpieza y el resto al pago a proveedores. Además, el alcalde recordó que se está pendiente de un ingreso cercano a 1,3 millones, con los que se hará frente al pago de los casi 600.000 euros de pago a proveedores «para que esa deuda quede a cero».

Durante este debate, el portavoz de Izquierda Unida, Joaquín Gutiérrez, valoró que la ratio de endeudamiento está «entre los márgenes normales», aunque puntualizó que las deudas a corto y largo plazo por habitante «ronda los 608 euros por ciudadano». Igualmente, consideró que no hay una correcta valoración patrimonial de los bienes.

el personal /Por otro lado, hizo una valoración de la plantilla laboral del ayuntamiento, contabilizando 46 funcionarios, 66 fijos y 134 temporales «con lo cual la fija está en 112 personas, mientras que cuando llegaron hace ocho año dijeron que era una barbaridad y que había que aminorarla».

A su vez, el portavoz del PSOE, Fernando Acero, recordó que el 45% del presupuesto es referido a gasto de personal, y el 41% a gastos corrientes, algo que dijo llamarle la atención «ya que esta partida que ha aumentado un 15%».

Acero señaló que hace tiempo propuso la creación de una unidad de compra, «para saber qué gastos se están haciendo y para controlarlo». El portavoz socialista cree que con estos gastos «nos queda poco margen de maniobra para hacer política y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, que es a lo que tiene que ir destinado el presupuesto», opinó. El portavoz socialista sugirió también hacer un control «más exhaustivo» de los gastos relacionados con luz, combustible y telefonía, entre otros.