Los moralos se han sorprendido desde que la semana pasada, al acercarse al ayuntamiento para hacer sus gestiones, se encontraron el acceso a la segunda planta restringido por unas barreras que impiden la entrada sin pasar por una mesa, donde una persona atiende en primera instancia sus necesidades.

El equipo de gobierno ha querido explicar el motivo de la instalación de este nuevo sistema de atención ciudadana, asegurando que se trata de una forma de "facilitar a los vecinos de Navalmoral la gestión de la información del lugar al que tienen que dirigirse para tramitar el asunto que les interesa".

La portavoz del grupo municipal, María Milagros Rodicio, dijo que se trata de una "barrera simbólica", que intentará conseguir que el ciudadano no pierda tiempo "de despacho en despacho sin saber a donde tiene que dirigirse", ya que de esta forma, la persona encargada de dar este tipo de información "dirá si la persona con la que desea hablar se encuentra disponible o no", explicó. "No se trata de un cortapisa para los ciudadanos", reiteró la portavoz municipal, "simplemente queremos conseguir que las gestiones se realicen de una forma más rápida y eficaz".

Además, Rodicio reconoció que con este sistema se evitarán incidentes como el ocurrido hace unas semanas, cuando una vecina del municipio permaneció en el salón de plenos durante una mañana en señal de protesta por no ser atendida por ningún miembro de la corporación municipal. La acción provocó el traslado de los actos que se iban a celebrar en ese salón a otro lugar, para intentar evitar posibles incidentes.