Una veintena de empresarios trujillanos del sector de la construcción se reunieron ayer con representantes de la concejalía de Obras del ayuntamiento para transmitir a su responsable, Raúl Gómez, las sugerencias y mejoras que puedan favorecer sus condiciones laborales. Las demandas más reiteradas en el encuentro se centraron en los plazos de concesión de licencias y devolución de fianzas, la gestión de residuos, el tratamiento de la ZEPA (zona especial de protección de aves) y el intrusismo laboral.

Los constructores coincidieron en que «no pueden estar esperando varias semanas para obtener una licencia de obra menor, como puede ser el arreglo de fachadas o la colocación de ventanas». Por eso, piden que se haga lo posible para agilizar este tipo de trámites que, según alegan, «afectan de manera directa no solo al empresario, sino también al cliente». A este respecto, el concejal aseguró a los empresarios que «desde la Administración tratarán de dar solución a este problema intentando reducir estos plazos pero, a día de hoy, no es posible garantizar un periodo determinado», explicó.

En cuanto a la gestión de los residuos de construcción y demolición (RCDs), el colectivo apuntó que «no se puede disponer de las instalaciones del punto de recogida cuando se necesita, ya que solo están abiertas lunes, miércoles y viernes, con lo que, en cualquier otro momento, es necesario desplazarse a otras ciudades para descargar este material, conllevando un incremento en la factura para el cliente», se lamentaron. Del mismo modo, solicitaron tener un lugar para depositar los residuos vegetales de las intervenciones que hacen en patios o jardines.

La ZEPA Y EL PRMILLA / Las cuestiones relacionadas con la ZEPA y el cernícalo primilla, especie protegida en la ciudad, también ocuparon parte del debate. En la mayoría de los casos, dichas zonas se corresponden con el casco histórico y en Trujillo la superficie delimitada ocupa más de 208 hectáreas. El plan de protección europeo Red Natura 2000 impone una serie de medidas para la conservación de la especie que «limitan las actuaciones que se llevan a cabo en algunas zonas y edificios, lo que ralentiza de manera importante las labores de la empresa», comentaron los afectados. Ante este problema, Gómez se comprometió a concertar una reunión con la Consejería de Medio Ambiente para intentar llegar a un acuerdo.

Algunos de los asistentes también hicieron referencia al intrusismo laboral que sufre el sector y pidieron al consistorio que haga lo posible por controlar de alguna manera las obras que hacen trabajadores que no cuentan con autorización para ello. Igualmente, solicitaron al ayuntamiento que tuviera en cuenta a los empresarios locales para futuras actuaciones municipales.