Numerosos gladiolos y hasta 120 docenas de claveles blancos y rojos adornaron las andas de la Virgen de Argeme durante la procesión que se celebró ayer por las calles y avenidas de Coria, también engalanadas con plantas aromáticas y palmeras. El adorno floral de la imagen, diseñado como ya es tradición por la familia Clemente Corón y las camareras, contribuyó a embellecer aún más el traje tan significativo que vistió para la ocasión: el de la Coronación, de tisú blanco con bordados dorados, confeccionado por las Religiosas de Madrid hace medio siglo, según recordó ayer el presidente de la cofradía, Francisco José Martín.

Sobre las seis de la tarde, el administrador de la Diócesis de Coria-Cáceres, Ceferino Martín, ofició una solemne eucaristía en la catedral. Una hora después se inició la procesión de la Virgen, custodiada por todas las cofradías locales y acompañada por los acordes de la Banda Municipal de Cáceres. A la celebración también se unieron los hermanos de la Virgen de la Vega de Moraleja, y como ya es tradición, los expresidentes de la cofradía de la patrona, sacerdotes y ediles de la corporación municipal.

Natividad Sánchez fue una de las numerosas vecinas que ayer adornaron las calles para recibir a la Virgen por todo lo alto. "En el suelo se esparce tomillo y romero, y hacemos arcos con palmeras", detalló. Una tarea que no es exclusiva de unos pocos, "aquí colaboramos todos", dijo. Con este recorrido los caurienses despidieron a su patrona, que hoy regresa al santuario en un ambiente de romería durante toda la jornada.