El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Coria se ha propuesto poner fin al abandono que sufre el casco histórico y ha comenzado a tomar medidas para evitar que algunas de las edificaciones que se encuentran en mal estado empeoren con el consiguiente perjuicio para la imagen de una de las zonas más visitadas por los turistas.

Para ello, desde la Concejalía de Urbanismo, que dirige el concejal Juan José Alcón, han empezado a ponerse los primeros pilares para lograr que las casas declaradas en ruina se echen abajo y seguidamente se construya de nuevo. En otros casos, se pretende que se subsanen los pequeños desperfectos que ahora son visibles en algunas fachadas y evitar así que se agraven todavía más.

Por el momento, la Junta de Extremadura ha concedido ya el expediente de ruina a algunas, apenas llegan a diez, de las 705 edificaciones que hay en el casco histórico y de las cuales en su mayoría son viviendas particulares. En unos casos, sus propietarios ya han demolido las viviendas para construir de nuevo, mientras que en otros el ayuntamiento sigue a la espera de que los dueños presenten proyecto de demolición y construcción.

Uno de los procesos más avanzado es el de las edificaciones de los números 2, 4 y 6 de la calle Alonso Díaz, donde ya se ha demolido el edificio y se levantará una edificación nueva, una obra para la que el ayuntamiento ya ha dado permiso.

Otros propietarios, que también tienen concedido en sus viviendas el expediente de ruina, están pendientes de la demolición como es el caso de las casas de la plaza de Santiago, número 1 y la calle Alonso Díaz, 9.

MAS LENTOS Sin embargo, hay otras edificaciones de las que sus propietarios todavía ni siquiera han presentado el proyecto de demolición y construcción como es el de las que tienen el expediente de ruina de la calle Labradores, número 25. En esta misma situación se encuentran también los dueños de la vivienda de la calle Muralla número 2, y la calle Estrecha del Carmen número 1. En ambos casos, el ayuntamiento ya ha requerido a los dueños que presenten el plan de demolición y construcción.

Por otro lado, hay otras viviendas, que no están consideradas en ruina, pero que presentan un deterioro visible tanto en la fachada como en su estructura. "Hay edificios que no están en ruina, pero que están abandonados por lo que se les ha requerido a sus propietarios que actúen para no llegar a que los daños se agraven" comentó el edil de Urbanismo, Juan José Alcón.

Este es el caso de la vivienda que se encuentra en la calle Sinagoga, numero 4, que presenta graves problemas por deterioros importantes en la parte alta del edificio, una situación que se complica además por un litigio abierto entre los propietarios y un comprador de la vivienda. "Desde el ayuntamiento les hemos pedido que reparen los desperfectos, pero hasta la fecha no han hecho nada, por eso en septiembre nos reuniremos con los propietarios para buscar una solución", aseguró Alcón.

Este asunto es uno de los que más preocupan al equipo de gobierno dado que el deficiente estado de la vivienda ha obligado, desde hace tiempo, a cortar la calle a peatones y vehículos por seguridad. "La cubierta está hundida, los muros están en muy mal estado y hay un serio problema que es el desplome a la vía pública", comentó el edil. "Si no lo arreglan los propietarios lo hará el ayuntamiento y se les pasará las costas", añadió.

Además, de forma paralela, el ayuntamiento trabaja en la actualización del Plan Especial del Casco Histórico ya que las normas que ahora lo rigen se aprobaron de forma definitiva en 1994. Esto limita la ejecución de terminadas obras de rehabilitación ya que hay actuaciones que aún no se pueden ejecutar al no estar reguladas en el Plan como es lo que concierne a la instalación de aparatos de climatización o placas solares, elementos que no pueden instalarse.