Esta villa es famosa por su monasterio, escogido por el emperador Carlos V para terminar sus días. Independizada desde 1813 del señorío de Plasencia, Cuacos es una muestra viva del típico estilo de caserío verato. No se sabe la fecha de su fundación, pero sí que es de los asentamientos más antiguos del país. Su territorio estuvo poblado desde los tiempos prehistóricos, como atestiguan las alineaciones de varias fortificaciones megalíticas en la sierra de Tormantos y el hallazgo de piedras pulimentadas, propias del Neolítico.

La primera noticia documentada está relacionada con las citas de iglesias que había en 1254, según los estatutos de la catedral de Plasencia, además de la escritura de donación a los Hermanos de la Pobre Vida por el cuacareño Sancho Martín, de 1402, en la ermita de San Gil, que es el principio de la construcción del monasterio, cuya importancia será trascendental en el siglo siguiente con la llegada de Carlos V.

Cuacos de Yuste tiene una buena jurisdicción, que parece ser de la época de los Austria, y tal vez por el prestigio que le dio ser retiro y lugar de la muerte de Carlos I, prosperó, pues muchos hombres importantes del séquito del Emperador se quedaron a vivir en el lugar, siendo testigo de ello sus varias casas solariegas, la mayoría de ellas blasonadas. Destaca la casa de Don Juan de Austria o Casa de Jeromín , hijo natural del monarca y de doña Bárbara Blomberg. Es un edificio rehabilitado, sede actual de la Mancomunidad Intermunicipal de La Vera y de la Asociación para el Desarrollo Integral de la Comarca de La Vera.

EL MONASTERIO

La joya de Cuacos es, con toda seguridad, el Monasterio Jerónimo de Yuste (Medalla de Extremadura 2003), que tiene su origen en la ermita del Salvador, a la que se retiraron unos ermitaños. Sancho Martín, vecino de Cuacos y dueño de sus tierras, las donó para que comenzase a construirse, en 1414, lo que es hoy día el monasterio. Realizado en mampostería y sillería, su fachada sobria data del siglo XVI. Hoy es sede de la Fundación Academia Europea.

El pueblo fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1959. Entre sus monumentos destaca la plaza Mayor Porticada, la iglesia de la Asunción del siglo XV, que alberga excelentes tallas como la de san Jerónimo, un retablo neoclásico o la presencia en el coro de madera de un espléndido órgano del XVI realizado en Amberes. También es muy verata la fuente de Los Chorros. En los alrededores se puede visitar el cementerio alemán de la I y II guerras mundiales, la ermita de la Soledad, o enclaves naturales como el paraje de las Ollas en la garganta de Cuartos o la ruta del Lago-Las Tablas.