La muralla de Trujillo vuelve a ser protagonista tras varios días de lluvia. El agua derribó el viernes un lienzo de siete metros de muro, ubicado junto a la explanada del castillo, que se arreglará inmediatamente.

Según los técnicos de la Consejería de Educación y Cultura que ayer visitaron la zona para conocer los daños, la caída se debió a un problema de drenaje al producirse una balsa de agua que presionó la muralla. Coinciden con los especialistas del Ayuntamiento de Trujillo, que recibieron el aviso del destrozo al mediodía y rápidamente se desplazaron al lugar para acordonar la zona y realizar una primera evaluación de los daños, según indicó el alcalde, Alberto Casero. Como medida preventiva taparon con un plástico la zona afectada para protegerla de las precipitaciones.

El mandatario visitó la zona afectada ayer por la tarde junto a la consejera de Educación y Cultura, Trinidad Nogales, que se desplazó a la localidad trujillana para conocer sobre el terreno el alcance del derrumbe. La consejera aseguró que se acometerá un plan de urgencia sobre la muralla para paliar los daños inmediatos y se comprometió a abordar un plan de actuación integral en las murallas de Extremadura --como las que se encuentran en Trujillo, Cáceres, Plasencia, Jerez o Mérida--, con el fin de evitar estas situaciones. Dicho plan se presentará al Ministerio de Cultura en cuanto se conforme el nuevo gobierno que resulte de las elecciones del próximo 20 de noviembre, apuntó tras insistir en la gran riqueza patrimonial que suponen las ciudades amuralladas.

Asimismo, Nogales, acompañada también por la directora general de Patrimonio Cultural, Pilar Merino, lamentó que desde el 2010, cuando otra zona de la muralla se vio afectada por otro derrumbe por las inclemencias meteorológicas, "no se ha acometido ninguna actuación preventiva".

Por su parte, Casero reconoció que la muralla es una cuestión que le preocupa, pero a la vez se mostró tranquilo por la agilidad con que la Junta ha tomado cartas en el asunto. Aseguró que el ayuntamiento, con fondos propios, realizará un análisis detallado de los 20 kilómetros de muralla que integra la ciudad con el fin de focalizar los puntos más peligrosos y tomar medidas preventivas, porque además de la influencia del tiempo, el alcalde apuntó que el desastre se produjo por la falta de labores de mantenimiento. "En los últimos 200 años no se ha hecho ninguna actuación de conservación en una de las murallas más largas que existen en el país".

El alcalde insistió en que desde el gobierno local pueden hacer labores de prevención, pero para la mejora y conservación necesitan el apoyo de otras instituciones, como la Junta, que ya se ha comprometido para ello.

La muralla de Trujillo sufrió otro derrumbe en un tramo de más de ocho metros en febrero del pasado año. La lluvia y la acumulación de agua también fueron el causante del desplome hace más de un año, esta vez en la parte trasera junto a la puerta de la Coria, y que aún sigue sin reparar.