El nombre de esta localidad responde a su propia situación geográfica, ya que se ubica en el punto más elevado, en la cumbre, de una extensa meseta al oeste de Trujillo. Sus tierras están bañadas por los ríos Gibranzos, Magasca y Magasquilla, con suelos donde predominan el granito y la pizarra.

Históricamente La Cumbre es conocida por la famosa batalla que tuvo lugar entre las tropas isabelinas al mando del general Espartero y carlistas en el año 1843, en plena guerra Carlista. Fue un combate reñido el que se libró a primeros de julio cuando el general Mario Ricafort, fiel a Espartero, reunió las fuerzas que aún eran fieles al Regente y se situó en Trujillo. La columna de sublevados contra el gobierno, unos 700 procedentes de Badajoz, al mando del coronel Basalo se atrincheró en La Cumbre, a escasos kilómetros de la ciudad natal de Pizarro. Ricafort envolvió las posiciones de los rebeldes y tras un combate logró apoderarse del pueblo y hacer 400 prisioneros, entre los que estaba el coronel rebelde. Fue, sin embargo, una victoria que de nada serviría, pues no mejoró la situación de los esparteristas y el Regente tuvo que dejar el país. Esta batalla supuso la quema de los archivos locales.

Perteneciente al señorío de Los Barrantes, La Cumbre conserva aún su rollo jurisdiccional de piedra granítica, mientras que su monumento más significativo es la parroquia de la Asunción, del siglo XVI, de estilo románico, aunque con varias reformas posteriores. Obra de sillarejo y mampostería, presenta un amplio espacio interior en su única nave, con seis tramos separados por arcos fajones de granito de medio punto que se apoyan en pilares adosados que ofrecen una sensación de monumentalidad, aunque el elemento que rompe la horizontalidad del conjunto es la torre campanario, de base cuadrada y de gran altura.

OTROS EDIFICIOS DE INTERES

Otro edificio es la ermita de San Gregorio (Siglo XVI), que tiene una portada y una solo nave. También merece la pena destacar el palacio de don Pedro Barrantes (1550), y el paraje denominado La Puente, que tiene un puente muy antiguo, con más de medio siglo, sobre el río Gibranzos, todo un símbolo para la localidad, pues es una de las zonas más verdes.

La actividad económica que sobresale en La Cumbre (curiosamente este topónimo da nombre a ciudades de varios departamentos de Guatemala) es la agroganadera que ocupa a la mayor parte de los vecinos. De sus suelos, buena parte no están labrados y se dedican a pastizales, a los prados y a soportar una importante cabaña ganadera. Ha subido mucho el sector de la construcción. Destacan, igualmente, el olivar y los cultivos herbáceos.