El exalcalde de Coria, Joaquín Hurtado, y el constructor de la empresa Construcciones Abreu, Antonio Abreu, fueron llamados a declarar en el cuartel de la Guardia Civil de Coria ayer por la mañana por un asunto relacionado con las obras de rehabilitación que desde hace más de un año se ejecutan en el Palacio Episcopal de la localidad cauriense para transformarlo en un hotel. Al parecer, dichas actuaciones, que han sido denunciadas y están siendo investigadas por el Seprona, podrían haber dañado elementos importantes del patrimonio y, al mismo tiempo, afectado a la Ley del Suelo de Extremadura. El asunto ya ha pasado a manos del Juzgado de Instrucción número 1 de Coria. Además, dichas investigaciones han retrasado la apertura de dicho hotel ya que la fecha prevista era para el 1 de octubre, sin embargo, las instalaciones todavía siguen cerradas al público.

Ayer, EL PERIODICO EXTREMADURA intentó sin éxito recoger la opinión de los afectados.

Por su parte, el actual alcalde de Coria, Juan Valle, que conoció la noticia ayer por la noche por este diario, confesó desconocer la razones que han llevado a la Guardia Civil a llamar a declarar a Hurtado y a Abreu. "Sabíamos desde hace tiempo que el Seprona investigaba las actuaciones que se hacen en el Palacio, pero no sé exactamente los motivos", afirmó. Valle lamentó lo ocurrido ayer porque "son cosas que no me gustan", dijo y matizó que ahora "será el juez el que tendrá que dictaminar si hay o no delito", señaló.

LAS OBRASEl edificio, que se encuentra ubicado en el Casco Histórico de Coria, es objeto de una rehabilitación con unas obras que alcanzan un coste que ronda 1.500.000 euros. Dichas obras ya ocasionaron más de una discrepancia entre la empresa constructora y la Comisión del Plan Especial del Casco Histórico. De hecho, una de las discrepancias tuvo lugar cuando la empresa intentó derribar el muro de carga de la planta de arriba para hacer las habitaciones más amplias e instalar un ascensor en la parte trasera del edificio, pero la Comisión se opuso y la empresa se vió obligada a retirar dichas intenciones.

Las obras pretenden convertir parte del Palacio Episcopal en un hotel de 25 habitaciones simples y dobles: 9 en la planta baja y 16 en la planta alta. La más pequeña será de 15 metros cuadrados. En la planta baja estarán las oficinas de recepción, dirección, una cocina de 79 metros cuadrados, un salón comedor de 88 metros, una cafetería de 79 metros, un salón principal de 159 metros, los aseos, un almacén y nueve habitaciones dobles, dos de ellas adaptadas para personas con discapacidad física.

Las dependencias de la planta baja dispondrán de suficiente espacio para crear un salón para celebrar congresos, jornadas y reuniones convencionales.

Mientras, en la planta primera habrá 16 habitaciones y un almacén. Además, en un principio estaba previsto que el local donde hasta hace poco se encontraba el Club Parroquial de La Morenita se destine para la residencia del Obispo de la Diócesis de Coria-Cáceres. Este lugar contará también con una sala de reuniones de 37 metros cuadrados, un despacho de 12 metros, una habitación de 16 metros y otra de 19. Además, en el jardín del Palacio, que se encuentra en la parte de atrás, se instalará una carpa desmontable que se utilizará como salón para banquetes.