El alcalde de Madrigalejo, Tomás Durán, ha sido denunciado por castigar sin comer durante un fin de semana a una anciana diabética de 81 años de edad que reside en los pisos tutelados.

Los hechos han sido denunciados ante la Consejería de Sanidad y Dependencia de la Junta de Extremadura, que ha abierto una investigación, y se encuentran en fase de instrucción en el Juzgado de Primera Instancia de Logrosán. Según la denuncia, la auxiliar de cocina de los pisos tutelados, siguiendo instrucciones del alcalde, prohibió el sábado, 22 de septiembre, el acceso al comedor a Juliana Rosa Gómez cuando ésta se disponía a cenar, por lo que la anciana se acostó sin ingerir alimentos pese a su condición de diabética.

El domingo, la anciana se dirigió al domicilio de su sobrina, Catalina Escobar, "en un estado deplorable con los signos característicos de bajada de azúcar" y argumentando que "tenía mucha hambre", por lo que optó por ofrecerla un desayuno. Ese mismo día se le prohibió nuevamente el acceso al comedor de los pisos tutelados y se le negó la alimentación "durante más de 24 horas" consecutivas a lo largo del fin de semana, a pesar de que todo el personal tenía conocimiento de su enfermedad y de la necesidad de proporcionarle comida cinco veces al día para que pudiera administrarse la insulina. Juliana Rosa Gómez pudo alimentarse gracias a su sobrina.

Transcurrido el fin de semana, Catalina Escobar puso los hechos en conocimiento de la Consejería de Sanidad y Dependencia convencida de que "ha existito un riesgo para la vida de mi tía", que comenzó a padecer "un sudor frío por una bajada de azúcar por no haber comido". Según la denunciante, el alcalde comunicó personalmente a la anciana el lunes por la mañana que ya había levantado el castigo. Según la versión de Catalina, el alcalde adoptó esa actitud porque su tía fue invitada a comer el sábado a su casa en lugar de hacerlo en los pisos tutelados.

Tomás Durán se apresuró ayer a negar los hechos convencido de que "es un tema político". El alcalde sostiene que cursó instrucciones a la auxiliar de cocina para que Juliana Rosa hablase con él, pero sin prohibirle el acceso al comedor. La anciana ha denunciado que esa auxiliar le comunicó que "no podía acceder al comedor hasta que no hablase con el alcalde".

Durán explicó que, en el momento de suceder los hechos, la denunciante solo iba dos o tres veces por semana al comedor y que estaba preocupado por ella. También argumentó que era frecuente sacar alimentos del comedor en tupperware que almacenaba en la taquilla, fuera de control y con el consiguiente riesgo sanitario. El alcalde reconoció que sabía que la anciana es diabética y negó que la hubiese castigado sin alimentarse.

La Consejería de Sanidad y Dependencia ha pedido al alcalde que elabore un informe sobre lo sucedido.