El Grupo de Trabajo y Conservación de la Grulla Común en Extremadura (GRUS) denuncian la transformación de alrededor de 500 hectáreas de encinar situado en el término municipal de Logrosán, para el cultivo intensivo de olivos y almendros. Dicha extensión, era lugar de alimentación, invernada y reproducción de especies como la grulla, cigüeña negra, elanio azul, águila real, águila perdicera, alimoche y buitre negro, según Grus.

Esta entidad considera el hecho “un verdadero atentado” contra las dehesas de la zona centro de Extremadura, ya que el enclave, ubicado en la finca Zarzalejo, presentaba unos valores ecológicos de suficiente entidad, que hizo que Adenex lo declarase reserva biológica. H