La Asociación Ecologistas en Acción de Tierras de Granadilla ha denunciado la muerte de 25.000 encinas y alcornoques el pasado año en la comarca y estima que en los próximos cuatro años pueden desaparecer más de 100.000 árboles, lo que podría generar un claro síntoma del cambio climático. Según indica el responsable del área campesina de la asociación, Carlos Pino, esta situación pone en peligro la dehesa, al no existir una política forestal que reponga los árboles perdidos, con la aparición de zonas cada vez más vacías de árboles y la consiguiente pérdida de bellotas, ramoneo, protección contra la erosión y evaporación.

De otro lado, la citada asociación ha constatado que "ya se están viendo este mes flores de jara, fresnos brotados y frutales, además de un aumento de la temperatura", lo que a juicio de este colectivo "podría suponer un peligro para las actividades agrícolas, especialmente en los cultivos de autoconsumo".

Ante esta situación, la asociación ha pedido a la Consejería de Medio Ambiente una política de repoblación forestal consistente en reforestar con especies de arbolado compatibles con la enfermedad de la seca, y protectores para que el ganado no ocasione daños a los nuevos árboles.