Agentes de la Guardia Civil pertenecientes al Equipo de Policía Judicial de Trujillo ha desarticulado una organización criminal especializada en hurtos y robos con violencia a personas de avanzada edad o disminuidas físicas, y a la que se acusa de haber cometido al menos 71 robos de joyas por valor de 120.000 euros. Por el momento han sido detenidas tres mujeres de nacionalidad rumana de entre 20 y 25 años, teniendo previsto más detenciones en los próximos días.

La denominada Operación Acarus , que ha dado como resultado las mencionadas detenciones, fue puesta en marcha tras los robos que se vienen cometiendo desde hace un año en distintas localidades de la provincia de Cáceres, siguiendo el procedimiento del abrazo cariñoso . Según la Guardia Civil, este consistía en el acercamiento a personas mayores para preguntarles por un hospital, un médico o centro de salud. Tras recibir las explicaciones de la víctima, como agradecimiento a su respuesta, la delincuente se abalanzaba sobre esta para abrazarla, acariciarla o besarla, momento en el que aprovechaba para sustraerle todas las joyas de valor que llevara, como pendientes, anillos, pulseras, relojes o cadenas de oro. En ese momento, los presuntos ladrones intercambiaban las piezas sustraídas por otras de color dorado sin que su víctima se percatara de ello. En algunos casos, cuando los mayores no consentían el acercamiento, les quitaban las joyas con violencia. Y en otras, cuando las atacantes eran mujeres jóvenes que se acercaban a hombres, solían mostrarse "muy cariñosas llegando incluso a realizar ofrecimientos sexuales como excusa de acercamiento", explican.

BLANQUEO DE CAPITALES Como consecuencia de las diferentes investigaciones, la Guardia Civil localizó en Mérida el pasado 25 de febrero a dos mujeres de la organización, y a una tercera en Lorca (Murcia), que fueron detenidas como presuntas autoras de hurtos y robos con violencia, así como por pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales. Cabe destacar que las joyas sustraidas eran vendidas en los establecimientos de compra de oro, realizando pequeños ingresos a través de operadoras financieras internacionales en cuentas rumanas. Tras pasar a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Trujillo, las tres mujeres han quedado en libertad con cargos y medidas cautelares.