Agentes de la Guardia Civil, pertenecientes al Seprona de Cáceres y Guadalupe, consiguieron desmantelar un grupo organizado que atentaba contra la flora y la fauna, en su modalidad de caza furtiva, en la comarca Villuercas-Ibores-Jara, en el marco de la operación Pantou.

La investigación de los hechos se inició a principios del 2016 tras detectarse un repunte significativo de incursiones furtivas en cotos privados de caza en la comarca. Eran en enclaves concretos y sobre especies de jabalí, ciervo y gamo. El objetivo de los furtivos, según explicó la Guardia Civil, no era otro que «obtener los trofeos, dejando abandonado sobre el terreno el resto del cuerpo de las piezas de caza abatidas de forma ilícita».

Un año después se inicia la operación Pantou para esclarecer los hechos y desmantelar al grupo. Así, tras el resultado positivo de las pruebas, la operación culminó el pasado 25 de mayo con la detención e investigación de ocho personas como presuntos autores de un delito contra la flora y la fauna en la modalidad de caza furtiva.

Se esclarecieron 16 delitos cometidos desde 2016 en la comarca Villuercas-Ibores-Jara, se registró una nave en la que se hallaron 21 trofeos de caza, procedentes de esa caza furtiva, y se intervinieron cinco rifles, alguno provisto de mira telescópica y silenciador.