El municipio de Cuacos de Yuste se levantó ayer con la sorpresa del ataque vandálico que sufrió el cementerio alemán que se encuentra en la localidad. El autor o los autores de los hechos han roto varias cruces de las lápidas presentes y también han realizado pintadas en los muros de entrada al cementerio. El asunto ya está en manos de la embajada alemana.

A primera hora de la mañana del viernes, unos empleados públicos del ayuntamiento de Cuacos de Yuste alertaban al alcalde de los actos vandálicos ocurridos en el cementerio alemán y le enviaron fotos de la situación. «Lo primero que hemos hecho ha sido hablar con la embajada alemana y trasladarle la situación en la que se encontraba el cementerio, ya que es su cometido y nosotros no podemos hacer nada, solo colaborar en lo que sea necesario, ya que la relación es buena. También hemos dado parte a la Guardia Civil», explicó José María Hernández, alcalde de Cuacos de Yuste.

DAÑOS CAUSADOS / Los daños que se han ocasionado en el cementerio son la rotura de ocho cruces de otras tantas lápidas que hay. Además, también han realizado pintadas sobre la placa que anuncia que ahí hay un cementerio alemán y otras que parecen decir «Ni nazis con honores, ni antifascistas en cunetas». «Es la primera vez que el cementerio alemán sufre actos vandálicos y yo lo que puedo pedir es civismo y respeto ante el patrimonio y los diferentes lugares históricos de nuestra localidad», subrayó Hernández.

En el cementerio alemán de Cuacos de Yuste, el único que tiene Alemania en suelo español, descansan 26 militares germanos de la Primera Guerra Mundial y 154 de la Segunda Guerra Mundial, que pertenecieron a tripulaciones de aviones que cayeron sobre España, submarinos y otros navíos de la armada hundidos.

Según el libro ‘El Cementerio Militar Alemán de Cuacos de Yuste’, de José Carlos Violat, Agustín Ruzafa y Francisco Javier Verdú, en el cementerio reposan los restos identificados de 155 soldados, marinos y aviadores alemanes. Otros 25 enterramientos no alojan restos humanos, al ser imposibles localizarlos, de los que 17 muestran sus nombres y 8 son de militares desconocidos y en los que se puede leer «Ein Unbekannter Deutscher Soldat» (Un soldado alemán desconocido).

Algunos de ellos murieron en hospitales españoles a causa de sus heridas y sus tumbas estaban repartidas por toda España, allí donde el mar los arrojó a tierra, donde cayeron sus aviones o donde perecieron.

El Volksbund (asociación alemana encargada de velar por los cementerios de guerra alemanes) entre los años 1980 y 1983 los reunió en esta última morada y desde entonces sufraga el mantenimiento del recinto, que forma parte de la historia de la localidad de Cuacos de Yuste desde hace casi 35 años.

Una vez dentro sorprende su sobriedad y el hecho de que todas las tumbas son iguales. En las cruces de granito, perfectamente ordenadas en hilera, puede leerse el nombre del soldado, su categoría militar y su fecha de nacimiento y muerte.

El cementerio, que fue inaugurado el día 1 de junio de 1983.