La Guardia Civil ha detenido a dos empresarios por tener trabajando a varios ciudadanos lusos en sendas explotaciones agrícolas situadas en Collado de la Vera (Cáceres), entre los que se encontraban tres menores, sin estar dados de alta en la Seguridad Social y a los que tenían alojados en "condiciones infrahumanas".

Los trabajadores residían en secaderos abandonados, sin las más mínimas condiciones de higiene y salubridad, según ha informado la Guardia Civil.

En el marco de las actividades desarrolladas en toda Europa para la detección de víctimas de Trata de Seres Humanos, el Equipo de Delitos contra las Personas de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Cáceres, en colaboración con personal de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Cáceres, llevaron a cabo diferentes inspecciones en explotaciones agrícolas situadas en la comarca de La Vera.

Como resultado de ello, los agentes detectaron en una explotación agrícola en la que se estaban realizando labores de recolección, a varios ciudadanos portugueses trabajando.

Comprobaron que ninguno de ellos estaba dado de alta como trabajador en el correspondiente régimen de la Seguridad Social, entre los que se encontraban tres menores (7, 12 y 15 años) que también realizaban labores de recolección.

Dentro de la denominada operación Danielito, la Guardia Civil consiguió averiguar que en otra explotación agrícola situada en el mismo término municipal, había otro empresario que tras concertar una cuantía con el representante de varios ciudadanos de origen portugués, los contrataba para trabajos de recolección sin darles de alta en la Seguridad Social.

Como resultado final, los investigadores confirmaron que dos empresarios contrataban a ciudadanos de origen portugués, entre los que se encontraban menores de edad, sin inscribir a los mismos en el régimen de la Seguridad Social, privándoles de los beneficios que pudieran adquirir por su prestación laboral.

Se les ha detenido por un supuesto delito contra los derechos de los trabajadores

Al margen de las actuaciones penales, la operación de la Guardia Civil ha permitido regularizar la situación laboral de todos ellos y la escolarización de los menores que se encontraban trabajando en la explotación.

A los agentes les ha "sorprendido mucho", según el comunicado, las "condiciones infrahumanas" en las que residían todos ellos, ya que el empresario les facilitaba como alojamiento antiguos secaderos totalmente abandonados, sin las más mínimas condiciones de higiene y salubridad.