La Guardia Civil de Salamanca ha detenido a un vecino de Zarza de Granadilla, acusado de formar parte de una supuesta red dedicada al tráfico de drogas y armas de fuego.

La operación se ha desarrollado en esta localidad y en el barrio salmantino de Pizarrales y se ha saldado con otros dos detenidos. Los agentes efectuaron cuatro registros, dos en Zarza y otros dos en Salamanca. En Zarza se registró el taller donde al parecer se elaboraban los artefactos prohibidos y confiscaron munición, pólvora y otros elementos "esenciales para la confección de cartuchería, herramientas para la fundición del plomo, moldes de distintos calibres, herramientas específicas para la transformación de armas y manuales de armas cortas", según informó la Subdelegación del Gobierno en Salamanca.

En los otros dos registros de Salamanca también se incautaron de tres armas que iban a ser vendidas, munición y hachís. La red trabajaba por encargo y la operación se inició hace varios meses ante los indicios de la existencia de un posible comercio ilícito de armas y municiones en Salamanca. El grupo se surtía de armas detonadoras (de fogueo) en armerías de Cáceres y de Portugal y posteriormente las modificaban para que pudieran disparar munición real.

La noticia ha sorprendido a los ciudadanos de Zarza que aún no se pueden creer lo sucedido. Sus vecinos lo definen como una buena persona que siempre se ha dedicado a crear inventos y a hacer "chapuzas a sus amigos". De hecho algunos vecinos dudan de que tuviera un taller de armas ilegales porque siempre trabajaba con la puerta abierta. Creen que puede haber "pecado de inocente al cumplir con el encargo de algún amigo". En Zarza no piensan que el detenido pudiera producir armas en serie.