El Ayuntamiento de Castañar de Ibor ha ordenado quitar una acera construida aprovechando las obras de adecuación de la carretera que une este pueblo con Deleitosa pasando por Robledollano y cuyo coste roza los nueve millones de euros. Así lo reconoce la propia alcaldesa, Ana Irala, y así lo confirma también la Junta de Extremadura, entidad promotora de las obras de la carretera. A partir de aquí, las versiones cambian.

Según la visión municipal, el Ayuntamiento pidió a la empresa constructora, aprovechando su presencia, que ampliara la obra de la Junta para llegar hasta la zona del tanatorio cuyo precio, unos 18.000 euros, sería costeado por el consistorio. En esta ampliación, la alcaldesa solicitó que se hiciera una acera, algo que le fue denegado por la empresa encargada de toda la obra, Gévora Construcciones, por no haber espacio suficiente. Pero finalmente sí se construyó dicho acerado, para sorpresa de la regidora. Es entonces cuando ordenó a operarios municipales que quitaran la acera. Mientras, la Consejería de Fomento explica que la alcaldesa quitó la acera sin autorización y que ahora se le va a requerir que reponga lo estropeado, Irala dice que "la acera estaba en casco urbano y eso es terreno del ayuntamiento. Aquí la Junta no tiene razón".