Almaraz ha bailado este fin de semana al ritmo de los caballos. Si algunas ediciones anteriores se vieron empañadas por la lluvia, esta VIII Concentración de Caballos ha tenido toda la luz, el brillo y el color que cabe esperar en un evento de este tipo. Un brillo que ha estado acompañado por la simpatía de todos los vecinos, la buena organización y un amplio programa de actividades que se han desarrollado dentro de un ambiente lúdico y en el que hay que destacar la ausencia de incidentes. Con esta edición ha quedado demostrado que la cita con los caballos en Almaraz se consolida como una de las más importantes del entorno, por su repercusión, junto con el número de participantes y visitantes.

El programa de actividades dio comienzo el viernes por la noche, con la actuación del grupo local Fusión Flamenca. Posteriormente una fiesta rociera y actuaciones en directo ambientaron la carpa dispuesta para tal ocasión. El sábado, desde bien temprano, fueron llegando los caballos al recinto. Diversos concursos se desarrollaron hasta las 20.00 horas, cuando tuvo lugar un impresionante espectáculo que combinaba música, baile y arte ecuestre. Hasta el lugar se desplazó el diputado de Cultura, Eduardo Villaverde, quien quiso acompañar en este día al pueblo de Almaraz, con su alcaldesa, Sabina Hernández, a la cabeza.

El domingo se echó el cierre a la concentración. Previamente la primera cita de la jornada convocó a los ganadores de los concursos del día anterior. Después, a las 11.00 horas, vecinos, caballos y jinetes se congregaron a las puertas de la Iglesia de San Andrés para llevar a la Virgen de Rocamador a su ermita, donde cada primer domingo de mayo se celebra la romería. Todos los asistentes pudieron participar en una eucaristía, cantada por el grupo Rocamador Folk.