Un herido grave y otro leve es el balance negativo de los festejos taurinos celebrados la pasada semana en Monroy, en donde un maletilla, conocido como el El Parri (natural de Cuenca), fue volteado aparatosamente el jueves por un morlaco, que le causó heridas de gravedad, de las que se recupera en el hospital San Pedro de Alcántara.

En este mismo centro también fue atendido un compañero del anterior que el miércoles fue arrollado junto al burladero. Además, el sábado, el rejoneador cacereño Nano Bravo sufrió un aparatoso revolcón aunque sin consecuencias al ser arrollada su cabalgadura por un novillo junto a las tablas.

Señalar, además, que el encierro por las calles del pueblo con vaquillas y un novillo volvió, un año más, a ser un atractivo aliciente para las tradicionales capeas que se celebran desde hace años, y que en esta edición congregaron a mucho público, que se dio cita para ver como corredores y maletillas arriesgaban su vida. El ganado era del salmantino Pérez Tabernero.

Al margen de estos incidentes, la fiesta transcurrió sin problemas, a lo que contribuyó el buen tiempo y el colorido que las peñas imprimen a los festejos, que se cierran con una cena popular en la que se comen las reses lidiadas durante estos días.