Dos vecinos de la localidad de Logrosán han sido detenidos e imputados por un delito de caza furtiva, enmarcado este en el delito genérico relativo a los atentados contra la flora, la fauna y los animales domésticos.

La detención de estos dos presuntos furtivos fue practicada por efectivos de la Guardia Civil, pertenecientes al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la localidad de Guadalupe, en una nueva intervención contra el furtivismo en la Comarca de las Villuercas. Con ellos son ya cinco los detenidos e imputados por la comisión de hechos relacionados con la caza furtiva en esta comarca en los últimos cuatro meses.

Esta última operación, según la información facilitada ayer por la Oficina de Comunicación de la Comandancia Provincial de Cáceres se llevó a cabo el pasado día 17, en una finca del término municipal de Cañamero. "Los supuestos autores de los hechos se habían adentrado en unos terrenos adscritos a un Coto Privado de Caza y, sin contar con las preceptivas autorizaciones y permisos, habían logrado abatir dos ejemplares de ciervo".

Cuando los agentes del Seprona llegaron al lugar donde se habían realizado los disparos, "hallaron los cuerpos sin vida de dos ciervos, decapitados, eviscerados y con las extremidades anteriores y posteriores seccionadas", pero no a los autores de estos hechos, que "habían abandonado ya el paraje donde los habían perpetrado".

Fue al día siguiente cuando, fruto de las investigaciones llevadas a cabo por los efectivos del Seprona, se procedió a la localización e imputación de dos vecinos de Logrosán como presuntos autores materiales de los hechos. No obstante, y ante las sospechas de que en los mismos podría haber participado una tercera persona, "aún continúan las gestiones orientadas a determinar la identidad de la misma".

Las diligencias instruidas se han remitido ya a la Fiscalía de Urbanismo y Medio Ambiente, así como al Juzgado de Instrucción de Logrosán.