Dos jóvenes cacereños, naturales de Abadía y Palomero, de 24 y 16 años respectivamente, fallecieron ayer en un accidente de tráfico ocurrido a las 8.10 horas en la provincia de Toledo, a la altura del kilómetro 35 de la carretera N-403, en el término municipal de Val de Santo Domingo, cuando el turismo en el que viajaban los fallecidos chocó frontalmente con un camión, según informó la Delegación del Gobierno de Toledo.

En el siniestro también resultaron heridas las otras dos ocupantes, la hermana del fallecido de 16 y la novia del joven de 24, natural esta última de Zarza de Granadilla. En el turismo viajaban los cuatro jóvenes, los dos hermanos y la pareja de novios que venían de pasar unos días de vacaciones en Torrevieja (Alicante). Regresaban a casa porque Adrián Gil, el fallecido de 24 años, era bajista del grupo El Rincón de Bataná y anoche tenía que tocar en el IV Festival Alternativo del Norte de Plasencia.

El trágico accidente que ha sesgado la vida de los dos jóvenes, de 24 y 16 años, ha conmocionado a dos poblaciones del norte extremeño: Abadía de 288 habitantes y Palomero de 513. Los vecinos se despertaron ayer con la noticia y en el caso de Abadía, el ayuntamiento ha suspendido las actividades programadas ayer con motivo de las fiestas patronales de Santo Domingo de Guzmán. El alcalde de esta pequeña localidad del Valle del Ambroz, Adolfo Vallejo, se encargó ayer de realizar todos los trámites burocráticos con el tanatorio el cementerio municipal de Toledo y de organizar el sepelio por su joven vecino.

Se da la circunstancia que Adri , como le conocían sus amigos, es sobrino de uno de los concejales de la corporación. La familia del joven de Palomero es muy conocida en la comarca porque tienen dos supermercados, uno de ellos en Palomero, y otro en Zarza de Granadilla. Precisamente, la novia de Adrián trabajaba como dependienta en este establecimiento y de ahí surgio la amistad entre los jóvenes. El funeral por los restos mortales de Adrián será hoy a las 11 horas en Abadía y en el caso del joven de Palomero, al cierre de esta edición se desconía la hora del entierro.