Antonia Martín Castaño y Florencio Correas Navas, nacieron hace un siglo en Robledillo de la Vera. Por este motivo el Ayuntamiento acaba de rendirles un emotivo homenaje, "ya que no recordamos que algún otro vecino haya alcanzado esta longevidad", señala el alcalde Lucas Martín.

Antonia Martín Castaño, pese a la edad, todavía tuvo fuerzas para trasladarse hasta los soportales de la Plaza Mayor, donde fue agasajada y felicitada por autoridades y vecindario. Allí, con las dificultades lógicas de los cien años que pesan sobre sus hombros, tras haber pasado una vida dura de trabajo, reconoció "que la situación ha cambiado para bien". Cuando era pequeña no había luz eléctrica, "ni carretera". En su libro de familia figuran cinco hijos, quince nietos y otros tantos biznietos.

Sin embargo Florencio Correas, que tiene una familia "más corta", formada por tres hijos (uno de ellos ya fallecido), siete nietos y dos biznietos, se alegra de que su pueblo haya cambiado en los últimos cien años "como de lo vivo, a lo muerto". En este sentido recuerda que ganó "muchos jornales, rozando de sol a sol, para ganar cinco pesetas cada dos días".

Conoció Robledillo sin agua corriente, ni coches. Su madre le daba "una perra gorda los domingos" (diez céntimos de peseta). "Ahora nadie se puede quejar", advierte.

También rcuerda lo duro que era ir hasta Barco de Avila a por patatas y harina a través de la Sierra de Gredos, transportándolas a cuestas. Me casé tal que hoy, y a las 05.00 de la mañana del día siguiente me fuí a por patatas". Por último señala que un compañero suyo se arrició en la sierra.