El despacho tiene poco más de diez metros en los que hay una mesa de trabajo con un ordenador, más de cinco sillones, una silla, estanterías, una nevera, una fotocopiadora...En definitiva, sólo quedan libres unos tres metros bastante estrechos, espacio que comparten los 33 celadores del hospital Campo Arañuelo de Navalmoral y las cinco auxiliares administrativo del servicio de urgencias. "Como mínimo suele haber aquí 6 personas trabajando a la vez", explican algunos de los afectados, que reclaman un espacio "digno" para desarrollar su trabajo.

El nuevo plan de contingencia de la gripe A puesto en marcha por la Junta de Extremadura ha provocado que las auxiliares administrativo tengan que trasladarse a la sala de los celadores. "Nos han amontonado de forma imperativa", "existen dos alas completamente vacías donde reubicarnos", "es el único cambio por la gripe A que ha habido en todo el hospital", "se está vulnerando la ley de protección de datos, de la que tantos cursos hemos recibido, porque todos los que están en la sala ven y escuchan las patologías del enfermo", "los servicios de prevención de riesgos laborales y salud laboral brillan por su ausencia".... La lista de quejas es larga.

La gerente del Area de Salud de Navalmoral, María Eugenia Prieto, justifica que el despacho de los celadores era la única opción para reubicar a los administrativos, ya que, por la comodidad de los pacientes, deben estar en la zona de urgencias. "Yo reconozco que no es un sitio grande, pero vamos a sacar lo superfluo de allí como la nevera para dejar únicamente tres sillones, porque como mucho allí sólo habrá tres personas más del administrativo, así estarán más holgados". Esta es la solución que Prieto comentó a este periódico, una medida que no convence a los trabajadores.

"Con quitar la nevera no se soluciona el problema", comenta una auxiliar que añade que otro inconveniente es que los celadores han perdido la visibilidad para poder atender rápido a los pacientes que llegan a urgencias. "Además, los familiares que aportan datos están justo en la puerta de entrada de los enfermos, las ambulancias... Pueden ver situaciones caóticas y desagradables; de hecho, ya hemos tenido algún problema de este tipo", subraya.

Según Prieto, la solución es temporal porque el plan de contingencia acaba en febrero. "Con la gripe A hemos tenido que colaborar todos y nadie ha puesto problemas", afirma.

Los trabajadores responden: es la única zona donde ha habido cambios y existen otras áreas libres "Al final es mucho peor el remedio que la enfermedad", sentencia una auxiliar. "Son trabajos incompatibles y compartimos un espacio muy pequeño, ya se han vivido situaciones de roces y ansiedad". Son sólo tres metros.