Unas cien firmas, "de la gente que viene averme", llevaba recogidas a primeras horas de la tarde de ayer, Justo Paz, el vecino de Jaraíz que permanece en huelga de hambre y encadenado a una reja del ayuntamiento desde el jueves, en señal de protesta porque la mesa de contratación del Restaurante-Bar el Lago, no le ha adjudicado la explotación del inmueble municipal, pese a que considera que su propuesta es la más ventajosa para el consistorio.

En cambio el alcalde, José Agustín Tovar, señaló que Paz "dice que ha ofertado más dinero que nadie, pero lo ha hecho sin ajustarse al pliego". El edil aseguró además que no puede tomar "una decisión en contra de la adoptada por la mesa, ya que sería totalmente ilegal".