A la vez que un joven llamado Raúl González iniciaba sus pasos en el mundo del fútbol profesional (el mítico Raúl, delantero leyenda del Real Madrid), la Garganta de los Infiernos, en el Valle del Jerte, era declarada Reserva Natural. Un espacio único que los vecinos y comarcanos cuidan y disfrutan como el tesoro más preciado que puedan tener.

Y es que, al margen de polémicas, en este espacio no hay nada que se cuide más que la flora y la fauna que en él habitan. Y eso que un buen número de turistas y visitantes pasan cada año por la zona, admiran su belleza y planean su próximo viaje para seguir disfrutando de tan bella estampa.

Numerosas actividades

Es por ello que la Garganta de los Infiernos se encuentra inmersa en la celebración de este 25 aniversario, y para tal fin se han preparado diferentes actividades, hasta el 17 de noviembre, como un concurso de fotografía, otro certamen escolar de dibujo, talleres de cultura tradicional, voluntariado ambiental, rutas senderistas y jornadas micológicas, así como subidas de mayores a Los Pilones o espeleología en la reserva natural. Todas cofinanciadas por la Junta de Extremadura, la Diputación Provincial de Cáceres, la Mancomunidad Valle del Jerte y los ayuntamientos de Cabezuela del Valle, Jerte y Tornavacas.

El pasado fin de semana hubo mercado, música y un espectáculo de pirotecnia, luz y sonido, algo que no sentó nada bien a algunas personas, pero que gustó a muchísimas otras. Fue en la zona más conocida de este espacio, en Los Pilones, donde abundan saltos, cascadas y marmitas gigantes, y que además luce, en plena ‘Otoñada 2019’, infinidad de árboles teñidos de ocre. Los bosques de castaños se encuentran en todo su esplendor.

La Garganta de los Infiernos abarca más de 7.200 hectáreas y, durante estos 25 años, se ha convertido en uno de los espacios naturales protegidos más visitados y conocidos dentro y fuera de Extremadura.