El que fuera alcalde de Sierra de Fuentes, y hoy portavoz del grupo independiente, Julián Polo Guerra, no es responsable de la pérdida de una subvención de casi 9.000 euros concedida por la Junta de Extremadura. Así lo ha resuelto el Tribunal de Cuentas (TC), al anular la resolución que el actual alcalde, el socialista Antonio Luis Díez, dictó culpándole de ello.

En su fallo, el TC acuerda "dejar sin efecto" la resolución del alcalde de Sierra de Fuentes, de fecha 16 de febrero del 2009, en la que se declaraba la responsabilidad contable de Julián Polo Guerra, y "exonerar a este de responsabilidad".

Se resuelve así una polémica que se remonta a hace más de cuatro años y por la que el que fuera alcalde de Sierra de Fuentes ha visto embargadas sus cuentas e incluso tuvo que pagar 12.000 euros para poder presentarse a las últimas elecciones.

Ahora, tras la sentencia del TC, Polo Guerra, "muy satisfecho" con la resolución, por ver "restituido mi honor", indicó a este diario que ha solicitado ya la devolución de lo abonado, al tiempo que estudia reclamar a la corporación los daños y perjuicios causados.

Todo se remonta a marzo del 2005, cuando el entonces alcalde, Andrés Guerra, solicitó a la Junta, y esta concedió, una subvención de 8.989,64 euros para dotar de desfibrilador al consultorio médico. En diciembre, tras una moción de censura, le sucedió Julián Polo, que casi un año después, ante una nueva convocatoria de subvenciones para el mismo fin, optó a ellas sin saber que ya se había concedido y que seguía pendiente el pago de la factura a la empresa suministradora.

Esto sucedía unos meses antes de las elecciones del 2007, en que accedió a la alcaldía el socialista Antonio Luis Díez, a quien el secretario informó sobre la factura pendiente del desfibrilador. El asunto se abordó en pleno y el alcalde dictó la resolución antes mencionada, sobre la que ahora ha resuelto el TC.

CONCLUSION En su recurso ante el TC, Julián Polo argumentaba, entre otros hechos, que cuando se recibió el dinero de la subvención se carecía de secretario municipal, por lo que él no tuvo conocimiento de ello hasta ocho meses más tarde, cuando el dinero, al tener el ayuntamiento caja única, ya se había destinado a otros gastos municipales.

El Ministerio Fiscal consideró, por su parte, que no podía atribuirse a Julián Polo la omisión del pago de dicha factura, y concluyó que "no existe una reprochabilidad en su conducta que permita atribuirle responsabilidad contable por estos hechos". Mientras que por parte del Ayuntamiento de Sierra de Fuentes se mantenía que Julián Polo "es el único responsable de no haber ordenado el pago de la factura correspondiente, así como de haber destinado a otros fines la cantidad recibida en concepto de subvención para la adquisición de equipo sanitario".

Vistos los argumentos de las partes y estudiando el caso, el TC resuelve que los hechos se produjeron antes de que Polo Guerra accediera al cargo de alcalde --la subvención fue solicitada el 13 de mayo del 2005, fue concedida el 18 de julio siguiente, se aportó una factura de fecha 15 de noviembre del 2005 y él accedió al cargo de alcalde el 14 de diciembre--, y en consecuencia "no hay posibilidad de atribuirle acción intencional previa alguna de desviar el importe de la subvención a fines ajenos a los que estaba destinada". Y asimismo, que cuando Polo Guerra tuvo conocimiento de que la factura estaba pendiente de pago "hizo lo único que estaba en su mano, empezar a atender los pagos, originados por la compra del desfibrilador, a la empresa suministradora".

En definitiva, exonera de responsabilidad contable a Julián Polo.