Los 108 estands participantes en la XXXI Feria Nacional del Queso de Trujillo facturaron una media de 6.000 euros durante los cuatro días que ha durado, si bien algunos puestos llegaron a duplicar esta cifra, según un muestreo realizado por la organización entre una veintena de expositores. Así, la venta de quesos por piezas enteras generó un volumen de negocio de aproximadamente 650.000 euros, lo que supone un ligero incremento con respecto a las cifras registradas en la edición anterior. A esta cantidad hay que añadir el negocio generado por la venta de tickets para las degustaciones que, a falta de una cifra oficial, podría situarse en torno a los 150.000 euros.

Por su parte, la comercialización de los estands y los servicios auxiliares habrían generado una cifra de más de 100.000 euros, lo que elevaría el volumen de negocio global de la feria a casi el millón de euros. Al negocio generado por este certamen monográfico en cuanto a venta de quesos hay que añadir los beneficios que ha dejado el certamen en la ciudad, con un balance provisional de cinco millones de euros adicionales. Fue gracias a los casi 200.000 visitantes procedentes, en su mayor parte, de Extremadura, Madrid, Andalucía, Castilla La Mancha, Castilla y León y Comunidad Valenciana.