Miajadas volvió a volcarse ayer en su romería del Santo, en el Lunes de Pascua. Desde tiempo inmemorial, los miajadeños se reúnen todos los Lunes de Pascua en la ermita de San Bartolomé para festejar su más tradicional romería en honor a San Bartolomé, San Marcos y la Patrona de Miajadas: La Virgen de la Consolación.

La Ermita, situada en la carretera de Miajadas a Cáceres, y sus alrededores se llenaron de vehículos de miajadeños ya al mediodía. Aunque la jornada estuvo presidida en lo climatológico por un mejor ambiente que en días precedentes, el momento de la procesión coincidió con un ligero chaparrón que obligó a acelerar el regreso de las imágenes a la ermita.

Devoción y alegría en esta fiesta cuyas tradiciones se esfuerza por recuperar cada año el Ayuntamiento de Miajadas en mayor medida. Baste decir que como novedad este año se incorporaba un concurso de carrozas que establecía tres premios de 300, 200 y 100 euros para las clasificadas en primer, segundo y tercer lugar, respectivamente. Eso animó a bastantes romeros a engalanar sus carretas para la ocasión.

La devoción de los miajadeños por San Bartolomé y la Virgen de Consolación es muy grande, según Nicolasa Masa Redondo, concejal del Mayor. "Tanta fe tenemos que el Viernes de Dolores salimos en procesión andando por el canal para llevarla a la ermita del santo. Y muchos son los que van con promesa".

LA JORNADA A partir de las diez de la mañana, las carrozas de los romeros se concentraron en la Casa de Cultura Massa Solís, saliendo poco después en comitiva hacia la ermita de San Bartolomé para celebrar el Lunes de Pascua.

Como es ya tradición, al mediodía se ofició una misa en la ermita. Una vez terminada la eucaristía, en los alrededores de la ermita la Virgen de la Consolación y San Bartolomé salieron en procesión. En los instantes finales, cayó un pequeño chaparrón, acelerando el regreso de los pasos. A la Virgen se le hizo una ofrenda floral. También destacó a continuación la subasta de los cuatro brazos o andas de la Virgen de Consolación y San Bartolomé, llegando a pagarse importantes cantidades por parte de los devotos.

Tras la subasta, en la explanada de la ermita, hubo una exhibición de las carrozas participantes y en cuanto al resto de actividades, se suspendieron algunas como los bailes regionales y el concurso al caballo mejor engalanado. La verbena sí que hizo las delicias de los más bailones y para reponerse del primer baile, los asistentes degustaron una caldereta y gazpacho. La verbena continuó por la tarde, destacando asimismo en los soportales de la ermita la degustación de empanadas y café, gracias a la colaboración de asociaciones.