Entre 150 y 200 jinetes y 200 escopeteros mostrarán con salvas su fervor a la Virgen Inmaculada en la procesión de la "Encamisá" de Torrejoncillo, la noche del próximo sábado, 7 de diciembre, en la se espera la presencia de unas 10.000 personas en una fiesta declarada de Interés Turístico Nacional.

El diputado de Turismo, Álvaro Arias; y el alcalde de Torrejoncillo, Moisés Levi Paniagua, han presentado la fiesta en una rueda de prensa en la que ha estado acompañados por el presidente de la Asociación de Paladines, Pedro Damián, y el mayordomo, Conrado Grande.

Arias ha recordado que fue por primera vez a esta fiesta el año pasado y es "algo único", una de las experiencias más emotivas que ha vivido como persona, creyente, turista y cacereño.

Si el turismo es experiencia, ha asegurado, en Torrejoncillo se vive la fe, la emoción y lo que siente todo un pueblo al honrar a su patrona.

Es la fiesta más querida y la que da más personalidad a Torrejoncillo, ha destacado el alcalde, ya que el pueblo se vuelca con su patrona y acoge al visitante como a una más, abriéndole las puertas de sus casas para que compartan ese fervor en esa noche "tan especial".

Nunca ha habido que lamentar ningún accidente, ha indicado, pero debido a la gran afluencia de personas, que este año puede ser mayor al celebrarse en sábado, se pone en marcha un dispositivo especial a través del Gobierno de Extremadura, para garantizar la seguridad en todos los actos.

El presidente de los Paladines ha recordado que los actos en honor a la patrona se iniciaron hace varios días con el novenario, la ofrenda floral y el pregón, aunque el día grande es la noche del 7, con la salida del estandarte y la procesión donde los escopeteros lanzan sus salvas al aire.

La procesión comenzará a las 22 horas del sábado, ha señalado, aunque ya se vive con gran intensidad en los momentos previos cuando los jinetes se preparan para acompañar al estandarte de la virgen en su recorrido por las calles de la localidad, con una duración de unas tres horas, lanzando salvas y vítores a la patrona.

A pesar de la presencia de tantas escopetas no es una fiesta peligrosa, ha asegurado, y ha pedido respeto a los visitantes, ya que ellos la viven con un gran fervor.

En cuanto a la mayordomía, un año lo organiza la asociación mediante sorteo para el portaestandarte y al año siguiente el mayordomo es una persona que ha efectuado una promesa; hay mayordomos con promesa hasta el año 2031.

El mayordomo, que lleva siete años esperando, se ha emocionado al recordar la promesa que hizo a La Inmaculada, ante la enfermedad de una hija, que luego "salió adelante", y ha señalado que lo vive con mucha ilusión.

Tras la procesión, el mayordomo invita al público a "coquillos", dulces típicos de los que van a elaborar más de 200 kilos, y vino de la tierra.