El juicio sobre la extradición del menor de cuatro años e hijo del vecino de Jaraíz de la Vera Manuel Corza Silva terminó ayer en Plasencia con la petición del fiscal y el abogado del Estado de la vuelta del niño a Francia con su madre.

A la vista, celebrada en el juzgado número 1, acudió Manuel Corza acompañado por un grupo de vecinos del pueblo con su alcalde a la cabeza, y por su hijo, aunque el juez no permitió su entrada en la sala ni aceptó examinarle, pese a la petición de la defensa, por considerar que debido a su edad "no es competente".

El fiscal y el abogado del Estado basaron su petición de devolver al menor a Francia con su madre en el artículo 13 del convenio de sustracción de menores de La Haya, que establece como únicas causas para impedir la extradición que el menor corriera un peligro físico o psíquico o que la madre no ejerciera de modo efectivo el derecho de custodia. En este sentido y sobre las sospechas de Manuel Corza de que la madre pudiera llevarse al niño a su país de orIgen, Ruanda, señalaron que "debe existir un grave riesgo, no sólo sospechas" y de los posibles malos tratos que indica el informe psicológico de un testigo de la defensa, éste mismo reconoció que es incompleto al no haberlo podido contrastar con la versión de la madre.

INTEGRADO EN EL PUEBLO

Con todo, ambos pidieron la prevalencia de la sentencia de julio del 2002 de un tribunal francés, que dio la custodia a la madre y prohibió la salida del país del padre con su hijo sin el consentimiento materno.

La defensa añadió en contra de la extradición que el menor está plenamente integrado en Jaraíz, donde está empadronado; vive feliz con su padre mientras siente aversión por su madre, según el informe psicológico, y siempre ha estado bajo la custodia del padre con el consentimiento materno. Como anécdota, el alcalde del pueblo no pudo testificar al no estar presente cuando se le llamó.