Cerca de 4.500.000 plantas salen cada año de los invernaderos del Centro Ocupacional de Minusválidos Psíquicos de Moraleja. Sin ir más lejos y gracias a un convenio firmado con la Compañía Española de Tabaco en Rama (Cetarsa), las plantas de tabaco que se cultivan en Navarra, unas 700.000, también proceden de la producción de este centro de discapacitados que gestiona la Asociación Mensajeros de La Paz.

"Trabajamos en este área con los chicos desde hace ocho años y hemos conseguido crear un mercado propio en la comarca", explicó Antonio Pascual de Sande, director de las instalaciones.

Tabaco, tomate, pimientos, guindillas, sandías o melones son sólo algunas de las variedades que se producen en este centro y que demandan los agricultores de las zonas del Valle del Alagón y de Sierra de Gata. "Del centro salen cerca de 4.500.000 de plantas, unas de forma directa y otras sólo semilladas y pregerminadas", añadió José Manuel Escudero, responsable del taller de jardinería e invernaderos.

Algunos de los chicos minusválidos trabajan en este área desde febrero hasta finales de mayo, periodo en el que se desarrolla la campaña de producción de planta hortícola en cepellón.

Experiencia positiva

"Es una experiencia muy bonita y aprendemos muchas cosas", explicó Marco Antonio García, usuario del centro. "Queremos que la gente y los agricultores nos compren a nosotros las plantas. Los monitores nos enseñan muchas cosas que vienen bien por si tenemos que trabajar en una explotación", añadió Juan Carlos Fernández, otro de los jóvenes beneficiarios de este servicio de ayuda a discapacitados psíquicos.

Desde hace ocho años, alumnos y monitores trabajan en el proceso de elaboración de plantas de distintas variedades agrícolas. "La técnica de producción es mediante balsas flotantes en invernaderos. El semillado puede ser manual o mecánico gracias a un tren de llenado", recuerda Escudero.

Para cumplir todo el proceso, el centro dispone de una cámara de germinación y de invernaderos dotados con balsas de agua para que la planta obtenga todos los nutrientes y tratamientos que necesita.

Con este proceso, el centro consigue financiación para sufragar los gastos del programa general que Mensajeros de la Paz desarrolla año tras año. "Vendemos las plantas a precio real de mercado para obtener beneficios", subrayó Pascual de Sande.

Además, los chicos reciben una paga semanal por la labor que desempeñan en este taller de invernaderos y jardinería. "La cantidad que reciben los usuarios depende de cómo trabajen. Valoramos y puntuamos aspectos tan importantes en el día a día como son la puntualidad, el comportamiento y el rendimiento... Todos reciben una paga de más de 10 euros para sus gastos", explicó el director de las infraestructura. "Es una simbólica beca de estímulo y contribuye a que agricultores, familiares e instituciones confíen en el trabajo realizado por personas con discapacidad psíquica", afirmó por su parte José Manuel Escudero.

Los usuarios del centro de Moraleja han conseguido mejorar su autoestima rodeados de plantas e invernaderos, una nueva forma de fitoterapia que está dando sus frutos.