Como témpanos. Así se quedan cada día los 580 alumnos, 60 profesores y 15 trabajadores del Instituto de Educación Secundaria (IES) Francisco de Orellana, de Trujillo, y no precisamente porque sean aburridas las clases. El problema es debido a que pasan frío en las aulas por el mal funcionamiento de la calefacción sin que, por ahora, se se ponga solución por parte de la Junta. Por ello, los estudiantes de los distintos cursos, ayer, pasaron a la acción. Desde las diez y media de la mañana, se realizó un paro en las clases y salieron al patio del centro con gritos de "No a la educación, sin calefacción" y con cartulinas en las que se podía leer: Las ideas se congelan o No es Siberia, es un instituto .

Una vez reunidos los estudiantes en el patio, junto a distintos profesores, la alumna Pilar Retamosa, en nombre de sus compañeros, leyó un manifiesto con la intención de "reivindicar nuestros derechos" y de "exigir una solución".

Retamosa afirmó que el centro trujillano tiene una calefacción de hace 30 años que, en condiciones normales, no calienta bien, habiendo sitios, como la tercera planta del edificio, a los que no llega el calor.

La gota que ha colmado el vaso de este problema ha sido la caldera, que ha tenido un sobrecalentamiento, por lo que tiene que estar siempre vigilada para que no sobrepase los límites la presión. De esta forma, no se puede utilizar el temporizador. Esta fatalidad provoca que la calefacción solo se puede encender a las 8.30 horas (hora de entrada de los alumnos) por lo que, cuando se quiere calentar el edificio, es hora de irse a casa, explicó Retamosa. Por ello, "queremos ser escuchados, que valoren la situación y que respondan como deben y lo antes posible". Después de este manifiesto, los estudiantes se trasladaron a la plaza Mayor trujillana para continuar con su reivindicación.

A pesar de que esta protesta ha sido organizada por los propios alumnos, el director del centro, Félix Salgado, aseguró: "Les entiendo y comprendo que estén hartos ante esta situación" . Explicó que antes de Navidades un técnico vio la caldera para valorar el daño que tenía. Por ello, "pensé que durante los 15 días de las vacaciones navideñas se solucionaría el problema". Pero la vuelta a las clases en este centro fue igual de fría. Esta reivindicación del director no es nueva, Ya se la hizo saber al director general de Calidad Educativa, Tomás García, en febrero del 2006.

Por su parte, la Administración regional afirmó, ayer, a EL PERIODICO EXTREMADURA que tiene previsto solucionar el asunto en unos días.