Imposible. Así se ha tornado de momento la tarea de conseguir alguna declaración de los responsables de Fuentacapala. Jesús Vargas, el director, no atiende el teléfono móvil; en la centralita de la fábrica de Navalmoral recuerdan diariamente que la empresa no va a hacer ningún tipo de declaración; y en las oficinas de Madrid remiten al registro mercantil. En cambio, ayer sí que hubo "un espía", como decían algunos trabajadores, en la asamblea informativa.