La cuantiosa subida del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de naturaleza urbana este año tiene su origen en un fallo en el Ayuntamiento al aplicar un gravamen superior al que se tiene estipulado sobre el valor catastral. El equipo de gobierno llevó a cabo una revisión de la situación y ha detectado el error, tras recibir numerosas quejas de los vecinos.

La concejala de Economía y Hacienda, Inés Rubio, explicó en sesión plenaria que el error surge al publicar la ordenanza en el Boletín Oficial de la Provincia. Aparece que el tipo de gravamen del IBI urbano es de 0,85, que es el que se ha aplicado, y no del 0,75, como debería. Por eso se produce el incremento.

Este error se une, en algunos casos, a la revisión catastral realizada en 2004 y que se decidió actualizar de forma progresiva durante diez años. Ante esta situación, Rubio ha pedido disculpas y asegura que harán las devoluciones correspondientes.

En el caso de las domiciliaciones se harán los abonos a partir del próximo 23 de agosto. En caso contrario, llegará una carta de oficio a cada ciudadano para que se facilite un número de cuenta para ingresar la diferencia.

Por otro lado, en el trascurso del pleno, se dio el visto bueno a las bonificaciones del 95 por ciento del IBI para aquellos inmuebles que desarrollen actividades económicas que sean declaradas de especial interés o de utilidad municipal.