Garciaz celebra hoy un día de convivencia y participación en torno a un producto silvestre propio de la zona y que da nombre a la jornada. Se trata del ‘almaraú’ o tomillo, conocido científicamente como Thymus mastichina, una hierba aromática que tradicionalmente se usó sobre todo para aliñar aceitunas. En torno a esta planta se celebra una jornada «a medio camino entre la recuperación de tradiciones y la conservación ambiental», como aseguran un grupo de amantes del medio ambiente, implicados en la organización del evento con apoyo del ayuntamiento. El objetivo es el de concienciar de la disminución de esta planta, «así como del cuidado que hemos de tener con ella si no que remos que desaparezca». Las actividades incluyen una ruta senderista, comida campestre, identificación de plantas aromáticas, y un taller de reproducción del almaraú por esquejes.